Normalmente hoy día, cuando los picadores sobrepasan las dos rayas de picar son pitados por el respetable, pero… ¿sabías que estas nacieron para proteger a los picadores?.
Efectivamente, antiguamente cuando los caballos de picar no iban provistos de peto, los picadores eran auténticos toreros a caballo, de hecho era tal su valentía que además del matador, eran los únicos que se les permitía vestir de oro, algo que perdura con el paso del tiempo hasta los días actuales. Hasta su nacimiento era habitual que si el toro no llegaba a la jurisdicción del picador, este saliera con su montura en busca del burel.
Pero bien prosigamos con la creación de las rayas de picar, la primera vez que se pinto una raya de picar fue el 16 de octubre de 1908, en la Feria del Pilar de Zaragoza, en la cual Ricardo Torres «BOMBITA» y Rafael González «MACHAQUITO» lidiaron una corrida de Pablo Romero. Esta primera raya de picar pasaría a hacerse obligatoria a partir del año 1917.
La segunda raya de picar, fue idea del torero y ganadero Domingo Ortega, tras vislumbrar que en los tentaderos era habitual que los matadores no pusieran las vacas a las distancias adecuadas, lo cual permite ver al ganadero la bravura de cada res de manera progresiva. Tal fue su resultado que se instauró en las plazas de toros donde se hizo obligatoria a partir de 1959.
La distancia de los dos metros entre rayas de picar también fue recomendad por el propio Ortega y quedo instaurada en el Reglamento Nacional Taurino de 1961. El primer anillo esta ubicado a 7 metros de distancia de las tablas y el segundo a 9 metros.
En el reglamento de 1992 se aumentó dicha distancia de dos a tres metros y el segundo círculo quedó ubicado a 10 metros de la barrera.