Llega el final de la feria taurina del Pilar y con ello el final de la temporada taurina. Incluso para Imanol Sánchez que a pesar de haber toreado la ultima corrida de toros el 14 de septiembre seguía con el vestido y el fundon preparado ante cualquier imprevisto que surgiera en Zaragoza, donde el pasado año corto una oreja.
Temporada de pocas actuaciones, pero de mucho contenido. Pleno de puertas grandes en las dos tardes que vistió el chispeante.
Primero Calatayud, 15 de agosto, donde la personalidad del torero, su infalible espada y el cariño inequívoco de los aficionados lo sacaron por la puerta grande tras cortar cuatro orejas. Más de cuarenta minutos le costo al de Pedrola montar en la furgoneta para volver al hotel.
Esta claro, gustará más o menos, su concepto encajará más o menos con determinados aficionados, pero su carisma y comunión con el público es innegable y además necesaria para, por la vía que sea este siga teniendo la ilusión de volver a una plaza.
Un mes más tarde, el 14 de septiembre Imanol volvía a Sangüesa (Navarra) una plaza que lo vio debutar hacía once años como novillero con Picadores, esta vez lo veía debutar en Navarra tras seis años de alternativa como matador de toros.
Imanol estuvo fácil, resolutivo, y templado ante una buena corrida de José Luis Osborne. Conecto en banderillas con el tendido y realizo importantes faenas a sus dos antagonistas, el primero de gran clase y el segundo de teclas, que saco la raza del torero aragonés. De nuevo dos estocadas fulminantes. Dos orejas y nueva puerta grande.
Antes de todo ello, Sánchez había actuado en Calatayud, en su festival benéfico el 7 de abril, abriendo allá la temporada, con algunos de los nombres más importantes de la misma como Cayetano, Jesulin o Pablo Aguado. Esta vez tras un primer fallo a espadas solo pudo cortar un apéndice.
En total tres actuaciones, siete orejas, el cariño de la sociedad aragonesa y una capacidad de resistir en este mundo de los toros, que cada vez pone más complicado sumar contratos, inquebrantable.
Una temporada complicada y remontada, anunciado en el Festival de La Muela finalmente suspendió o en Huesca, donde el cambio repentino de empresa lo apretó de volver al coso oscense, además de varias fechas que finalmente no salieron. Pero también tal y como recalca elntorero; «una temporada en la que lo hecho en la plaza sirve para creer en mi y en mis posibilidades».