Esto de recorrer Aragón a través de sus alimentos nobles (Ver vídeo) deja cosa muy gratificantes en la vida de quienes conducimos el proyecto, entre ellos conocer a Julián, un quesero «delicatessen» y la cabeza visible de Quesos La Pardina, producto con sello de calidad por el que se sienten atraídos estadounidenses y canadienses tal y como me cuenta en primera persona.
Hace poco más de un año visitamos su quesería, donde en Santa Isabel, barrio rural de Zaragoza, decidió instalar su quesería donde pastan cerca de 600 cabrás de las que obtiene la materia prima para elaborar sus propios quesos. Su éxito es tal, que con su propia ganadería caprina no puede abastecer la demanda de pedidos anuales, por ello decidió ayudar a ganaderos del mundo rural comprando su leche de cabra. «Imanol, no es nada fácil conseguir este tipo de leche» me dice Julian mientras disfrutamos de una agradable conversación bajo la mirada de las negras cabras.
Me sorprende conocer la problemática de este tipo de ganaderías, cada vez hay menos ganaderos de cabras y de ovejas que críen en extensivo en los pueblos de Aragón. «Prácticamente no hay» recalca Julián. Por eso y muy a su pesar se tiene que marchar hasta Andalucía nada más y nada menos.
Su próximo objetivo es que su queso con calidad diferenciada por el Gobierno de Aragón, sea también un queso ecológico, pero en Zaragoza es difícil, aunque parezca paradoja por su extensión encontrar fincas de al menos 100 hectáreas con las características necesarias para este tipo de ganaderías; pastos concretos, que estén todos los pastos en un mismo lote, pastos frondosos y opción de realizar cobertizos para poder resguardar del mal tiempo a los animales en pro de su buena vida y buena leche.
Soy un gran admirador de todos aquellos que nos han aportado algo, esos grandes CEOS como Steve Jobs, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg entre una gran lista, pero no hay que pasar por alto, y de eso va este pequeño espacio, estos empresarios que creen y crean en el entorno rural, que saben mejor que nadie que es convivir con los animales, qué es ser ecológico o artesano por encima de aquello que deja de ser lógico y natural. Julián oro de esos ejemplos rurales.
Entre tanto, no podíamos dejar pasar por alto la foto postureo entre las cabras. Oigo a lo lejos como se acerca un jolgorio con tintes muy juveniles. «Vienen muchos colegios a ver las cabras y a conocer como se crían y como se elabora el queso de manera artesanal, salen todos encantados y sorprendidos» me cuenta Julián emocionado. Una gran labor, no cabe duda.
Lo que me preocupa, es que esos niños lo vean como algo sorpresivo y no como algo natural. En este mundo en el que tanto se quiere a los animales, desgraciadamente a estos se les humaniza y a los seres humanos se nos deshumaniza.
Muy al revés de quienes nos hemos criado en el pueblo, junto con gallinas, cerdos, vacas o cabras, todavía me vienen los recuerdos en casa de mis abuelos paternos, en Abanto, eso sí que era comer natural y sano. Las borrajas del huerto de mi abuelo, la leche de la cabra de casa, que te quedabas con hambre a por dos huevos recién puestos de las gallinas, y por medio, dos perros y tres gatos, libres, sin collares y con espacio para corretear.
Querido amigo, antes de recomendarte que me sigas en instagram (dale clic al enlace) te recomiendo muy encarecidamente que pruebes uno de los quesos de La Pardina, de nuestro amigo Julián, y recuerdes que es artesano y rural. ¡Nos vemos en el siguiente post!
Por Imanol Sánchez