Ayer, la semana de la moda de París cerraba sus puertas y se despedía así de una temporada más llena de moda, tendencias e inspiración. Por su pasarela han desfilado algunas de las firmas más influyentes del momento, desde Chanel hasta Balenciaga, pasando por Dior, McQueen o Valli. Entre tantos nombres internacionales que eligen desfilar en París antes que hacerlo en los países originales de las firmas, las marcas francesas saben cómo marcar la diferencia. Como no podía ser de otra forma, una de las que no ha querido perderse esta cita con la moda ha sido Louis Vuitton.
La icónica maison fundada en 1854 fue la encargada de poner el broche final a PFW y decidió hacerlo a través de un viaje en el tiempo. Esta nueva colección de Nicolas Ghesquière toma inspiración de la estética clásica y barroca, todo ello en clave de Tableau Vivant representando obras artísticas desde el siglo XV hasta el XX y con un escenario protagonizado por más de 200 músicos vestidos con estilismos barrocos.
De entre los más de 40 diseños que se presentaron sobre la pasarela, hubo tres que llamaron especialmente la atención por la inspiración española que hay detrás de ellos. Se trata de tres looks con chaquetas en diferentes tonos con una clara referencia a los trajes de luces de los toreros españoles.
No es sorpresa encontrar en las pasarelas internacionales una colección que tome como referencia las prendas más representativas de la cultura de nuestro país. Bien sea a través de lunares, trajes de flamenca, un vivo color rojo o accesorios como los mantones de manila o las peinetas han hecho ya sus apariciones en la moda más selecta.
Previamente a este desfile de Vuitton, fueron otras las grandes casas de moda que ya quisieron inspirarse en las chaqueta de los trajes de luces: en 2012 fue Moschino, en 2013 Ralph Lauren, en 2015 Dolce & Gabanna y, este año pasado, el sabor flamenco inundó (de nuevo) el desfile de Moschino.