Hace años que no visitaba Vinaceite en Teruel, pero cierto es que hubo una época, cuando era novillero, que todas las temporadas paraba en esta pequeña localidad siempre que toreaba por aquella zona de Andorra, Alcorisa o Albalate del Arzobispo, una localidad donde siempre me esperaban tanto a mi como a mi cuadrilla la familia de Jaime Serrano.
Durante años se convirtió en tradición para a comer un buen churrasco, os aseguro que pocos así me he vuelto a comer. De aquello ya han pasado diez años. Todos los que llevo ya como matador de toros profesional. Diez, nada más y nada menos. Con sus cosas buenas y malas. Con mis partidarios y mi detractores, pero al final, te quedas en tu retina con gente como la que nos vamos a encontrar hoy en Vinaceite.
Allí nos espera Jaime, su mujer Ana, su padre, su madre y sus hijos Alberto y Daniel, su vida escolar esta en Zaragoza, pero Jaime no ha dejado el pueblo ni un solo día y en el ha desarrollado su modo de vida, con su granja escuela, sus animales, sus manos berrendos en colorao, la delicia de miles de niños en los «encierros de mansicos» a lo largo y ancho de Aragón y como no sus burros.
Es aquí donde encontramos una historia de amor por los animales, desde luego Jaime sí que es un verdadero animalista. Cerca de una treintena de burros eran empleados para ser soltados en el monte y que se comieran la maleza con el objetivo de limpiarlo y evitar incendios. ¡Pero…! ¡Con la iglesia hemos topado! esas leyes dictadas desde las urbes, por quienes jamás saben el devenir del mundo rural, y muchos de los cuales se proclaman animalistas, los llevaron al sacrificio, hasta que Jaime los acogió en su casa y donde ahora viven junto a sus hijos, y donde ha buscado la manera de buscarles un fin.
Hay que recordar, que el burro es un animal en peligro de extinción, y que de no ser por personas como Jaime sería muy difícil mantener su supervivencia. Gracias a las «burricadas», una especie de capeas con burros en algunos pueblos aragoneses que todavía mantienen la tradición o como elemento de atrezzo en películas y anuncios, consigue Jaime, no sin esfuerzo, hacer que su supervivencia sea viable.
Conociendo esta historia desde cerca y dejándola grabada en el vídeo que puedes ver a continuación hemos pasado el día, y como no podía ser de otra manera, a pesar del cierzo, ¿sabéis como lo hemos acabado? muy sencillo comiendo el churrasco que siempre nos espera en casa de Los Serrano.
Otra vez mas en los pueblos, donde menos hay, mas encontramos. Por cierto, no os olvidéis de seguirme en Instagram. Venga haz clic en este enlace y da a seguir.