El próximo 6 de agosto dos de los toreros que trás mas de cien años sin lidiarse volvierón a ponerse delante de toros de Casta Navarra volverán a hacerlo en Estella ante una corrida de Miguel RETA, serán Sanchez Vara e Imanol Sánchez.
La pregunta de los aficionados es habitual ¿Porqué dejaron de lidiarse los toros colorados de este encaste? ¿Porqué son tan temidos?, un estudio de la Universidad Pública de Navarra hace analisis del comportamiento de este tipo de toros, y con ello podemos sacar una conclusión clara a las dos preguntas.
Para empezar el estudio analiza por separado el comportamiento de las hembras y de los machos, siendo por ende completamente diferentes. Nos centraremos en el de los machos.
Uno de los principales parámetros medidos es la fuerza, es decir el ímpetu que desarrollar un animal de estas características sin caerse al embestir. El parametro más bajo es su durabilidad, tal y como se puede apreciar en el estudio, los machos de este encaste aprenden muy rápido (si nos focalizamos en la lidia de una corrida de toros, podríamos decir que saben pronto donde esta su contrincante, y por lo tanto va a por el en vez de a por el engaño; capote o muleta), se desengañan antes que otro tipo de toros y se dosifican más a la hora de embestir, (en el argot taurino podríamos decir que se quedan reservones, es decir ante el cite del torero a este, cuando se desengaña le cuesta embestir).
Ganaderos como Miguel Reta, José Arriazu e Hijos o Eulogio Mateo, criadores del toro Navarro, en su gran medida para el festejo taurino popular, hacen énfasis en la bravura seca de estos animales, primordial para su selección, pero compleja para que los toreros de hoy en día puedan desarrollar faenas estéticas. ¿Qué es la bravura seca? Estos ganaderos buscan que el animal sea bravo, es decir repita cuantas mas veces sin desengañarse a un estímulo (recortador, muleta, caballo de picar, roscadero, etc..) pero otro de sus condicionantes, que hizo desaparecer al toro navarro de la lidia fue su listeza, es decir como hemos indicado antes, que sea capaz de aprender pronto el engaño para ponerselo dificil al contrincante, lo que supone que el peligro aumente, que cada muletazo en caso de una faena sea un alarde de valor.
Este condicionante provoca que el toro «venga metido por dentro» es decir, se ciña mucho al torero, o incluso en ocasiones este no pueda cambiarle el recorrido al toro. La largura del muletazo tambien es mucho mas corta al revolverse este antes al perder el engaño, la muleta, y en ocasiones es dificil vaciar el muletazo con limpieza al acabar el toro cada muletazo derrotando, es decir lanzando una cornada de abajo arriba a la muleta para quitársela y no empujando hacia adelante. Todo ello provoca que estar delante de estos animales sea francamente difícil.
Las distancias son otra de las cosas a tener en cuenta, la mayoría tienen la suya, y en gran medida es un encaste que no permite las cercanías, siendo aconsejable una distancia media, pues en la larga suelen cruzarse en exceso. La suerte suprema es otro de los momentos complicados durante una faena en los toros de Casta Navarra. Como hemos comentado antes, estos aprenden muy rápido, haciendo que las faenas sean muy cortas, y si a ello sumamos que no es facil conseguir la humillación, la suerte de matar es un tu a tu en toda regla. A penas ayudan, esperan con la cara en alto buscando al torero por su salida.
Quizás la mayor complicación se presente en la hora del tercio de varas, es un toro que durant años no ha seleccionado la bravura con un caballo de picar, y por ello sea uno de los tercios más deslucidos para estos toros. En banderillas, suelen ser toros muy rápidos y que se cruzan en exceso a los toreros de plata, siendo muy dificil y de mucho mérito poner pares muy reunidos.
Todas estas complicaciones hacen difícil el toreo moderno, basado más en lo artístico qué en lo físico, lo que ha hecho que desde hace más de cien años este encaste se perdiera para la lidia habitual en corridas de toros.