Tarde inmejorable. Sol. Moscas y olor a toreo. Se daban cita en La Estanca, finca donde pastan las temidas reses de Arriazu, en Ablitas (Navarra), tres toreros con conceptos diferentes. Pero tres toreros bravos que han disfrutado y han hecho disfrutar a los presentes durante la tienta de las reses.
Exigentes, no regalaron, pero con una durabilidad y un fondo que hace vaciarse a cualquiera que este dispuesto a entregarse. Nota alta de las reses tentadas y de los toreros que inician su puesta a punto.
El madrileño Miguel de Pablo, mostro su capacidad y su técnica ante los diferentes matices de las reses, el navarro Javier Marín, torero más clásico e Imanol Sánchez quien se exigió y se apretó pensando en su próximo compromiso en San Agustín de Guadalix el 11 de junio, pero quien imprimió suavidad y cabeza a todo cuanto hizo.
Tarde para los presentes, quizás sin la exigencia y notoriedad de una tarde de toros, pero como siempre tarde para la emoción y el aprendizaje. ¡La temporada ha arrancado!