Que venimos, estamos y vamos a tiempos todavía más convulsos para la tauromaquia es una realidad tangible.
Hoy día entre los más jóvenes, animalistas de urbe que jamás se han acercado al campo o a los animales más allá de lo que supone tener una mascota en un pisito de esos pequeños de ciudad (el verdadero maltrato), enarbolan la bandera de lo cool, lo moderno que supone ser antitaurino. Porqué sí.
Se dejan llevar por las falsas falacias que el #ReichAnimalista (el pensamiento sectario de aquellos que quieren imponer su pensamiento sobre el resto, con amenazas, coacciones y datos inventados) vierte con apoyo de los millones y millones de euros procedentes de industrias animalistas sobre la sociedad a través de los canales que consumen los más jóvenes.
Otro ejemplo más de los que ya estamos acostumbrados a soportar los profesionales taurinos o quienes gustan de este arte con tantos siglos de supervivencia, han sido las gratis palabras que ha vertido en la Televisión Pública de todos los españoles Maialen, concursante de Operación Triunfo 2020.
Nos ha llamado gratuitamente, psicópatas, gilipollas o nazis, así como que la tauromaquia cuesta dinero a los españoles. Mentira adoptada y propagada por el verdadero nazismo, el del #ReichAnimalista que impera por los países taurofilos.
Hay datos que demuestran de sobras lo que genera la tauromaquia al estado y lo que en ella se invierte. Pero Con un simple tweet, el portavoz de la Fundación del Toro de Lidia, el periodista navarro Chapu Apaolaza de ha dado un verdadero ZASCA! a esta individua:
-Gasto en Tauromaquia en PGE: 30.000 euros (Premio Nacional Tauromaquia). Ingresos IVA: 118 millones de euros en 2018.
-Presupuesto OT 2020: 16 millones de euros de la cadena pública. Ingresos de 300.000 euros.
(Cálculo de lo que cuesta que llamen nazi a un pueblo entero). https://t.co/RGE6MtCdw3— Chapu Apaolaza (@ChapuApaolaza) January 23, 2020
Es inadmisible que por parte de entes públicos como TVE no solo se relegue al ostracismo una actividad cultural, social y económica que repercute en positivo al Estado, de quien incluso se lucra para derivar lo que de este ingresa en otros menesteres del país, sino que además se de cobertura para lapidar continuamente y poner una única voz (por supuesto en contra) a la tauromaquia.
Por suerte, en el sector se cuenta con gente de la talla y categoría de Chapu. ¡Olé por tí!
Por Imanol Sánchez