En el anterior post hablamos, gracias a la obra del escritor y periodista aragonés Alfonso Zapater, sobre el nacimiento del toreo a pié en Aragón, y hoy seguimos haciendo referencia a la tradición taurómaca de una tierra que no entendería parte de su historia sin la tauromaquia como es la nuestra, Aragón.
Queremos seguir haciendo referencia a la historia taurina de Aragón desvelando algo que pocos sabíamos, y es que durante años coexistieron en Zaragoza dos plazas de toros, la actual plaza de toros de La Misericordia inaugurada en 1764 y la plaza de toros de los Campos Elíseos que se ubicaba, en la zona así denominada por aquel entonces, comprendida entre los actuales paseos de la Gran Vía y de Sagasta. Al menos hasta 1869 hay constancia de que en los dos cosos hubiera vida taurina, donde se hace referencia a la muerte de Matías Rodríguez «SORDITO» en una de las capeas celebradas en dicha plaza el 2 de julio del citado año en lo que hoy se podría llamar espectáculo cómico-taurino.
En esta plaza, la de los Campos Elíseos es donde se inicio en la aventura taurina el primer gran matador aragonés Nicanor Villa «VILLITA», quien tomó la alternativa en Madrid el 29 de septiembre de 1895 de manos de Mazzantini.