La historia de la plaza de toros de Zaragoza esta intrínsecamente ligada a la de los festejos taurinos populares. En ella se celebra cada octubre la principal feria del mundo de esta modalidad de tauromaquia popular. Históricamente la que emergió del pueblo en los inicios de la misma.
Una tauromaquia inmortalizada por Goya cuando el toreo y la tauromaquia popular eran practicamente una, hasta la evolución de la primera que provocó su reglamentación ante un nuevo concepto de tauromaquia y disociación de las tauromaquias populares; quiebros, encierros, saltos, etc.
Los festejos taurinos populares aglutinan cada feria del Pilar miles de espectadores en los tendidos, autóctonos y foráneos. Lo que hace pensar… ¿Sería posible que en la capital de Aragón también se celebrarán encierros como en Pamplona?. Quizás como en todo cambio hubiera voces a favor y voces en contra. Pero lo cierto es que sería un importante revulsivo para la ciudad.
Hace unos años, en la década de los 90 hubo un conato para poder instaurarlos en Zaragoza en los que tras la iniciativa mostró mucho interés el entonces alcalde de la ciudad José Atarés. Finalmente no llego a ningún puerto. Y la iniciativa quedo guardada en un cajón. No sabría deciero muy bien porqué, quizás debamos indagar. Si por cuestión de poco apoyo social o poco apoyo institucional.
Obviamente Zaragoza nunca podrá ser Pamplona, pero está claro que si al impacto que genera su feria taurina en la ciudad, le sumáramos el poder de atracción que ostentan los encierros y reuniendo la capital mañana todos los condicionantes para poder celebrarse, Zaragoza podría tener otro revulsivo importante para sus fiestas del Pilar. Es inentendible que la principal feria de festejos populares no cuente con uno de ellos. Los encierros, ese festejo que tradicionalmente ha evolucionado en lo que hoy conocemos derivado de cuando los ganadero y mayorales conducían a las reses a caballo desde sus fincas hasta los municipios donde se iba a celebrar festejos taurinos. Erá ahi cuando entonces los mozos de los pueblos «corrían a los toros».
En Zaragoza son muchos los barrios de dentro de la ciudad y alrededores que históricamente han celebrado encierros y sueltas de reses, San Juan de Mozarrifar, Juslibol, Santa Isabel, Miralbueno, Garrapinillos, Montañana, Casetas o Monzalbarba entro otros, muchos resuperados estos últimos años tras mucho tiempo sin la celebración de festejos taurinos, lo que da fe del poder social que la tauromaquia popular tiene en la propia ciudad.
Por Imanol Sánchez