La tauromaquia ha estado tan intrínsecamente ligada a la sociedad marcando siempre su evolución y sus tendencias. Inspiradora de artistas, y congregante del pueblo, ha dejado un importante legado en la cultura hispánica.
Tanto es así, que aunque muchos hoy día no sean conscientes e incluso no lo imaginen, muchas de las expresiones que utilizan provienen del mundo taurino. Expresiones que se usan de manera cotidiana y que se han incrustado en el acervo popular.
Una de ellas, que seguramente habrás usado u oído alguna vez en tu vida, en contextos muy variados, es la expresión NO HAY QUINTO MALO. ¿Pero de donde viene esta expresión tan usada por todos?
Hay dos versiones sobre su origen, la primera la que más adeptos tiene, parece provenir de que antiguamente, hasta el año 1896, eran los ganaderos quienes elegían el orden en el que iban a saltar al ruedo los toros (actualmente el orden esta determinado por la liturgia del sorteo impuesta por Luis Mazzantini), todo ese orden elegido por conveniencia del ganadero en favor del espectáculo, por lo que por reata (pues los toros de lidia solo se pueden torear una vez) el ganadero dejaba para quinto lugar el toro que sobre el papel mejor familia tenía, es decir el toro en el que los padres habían dado mejores resultados en el ruedo.
Otra de las hipótesis barajadas viene de cuando en las corridas de toros era habitual que se lidiaran ocho toros y no seis como en la actualidad, y el ánimo de los asistentes viniera marcado por el buen juego o no de la primera parte de la lidia, los cuatro primeros toros. En caso de no estar dándose la tarde como todos soñaban, todos decían que no había quinto malo, pues tras lidiar el matador el cuarto toro, el ecuador de la corrida, todo el mundo procedía a merendar, lo que marcaba que al saltar el quinto toro al ruedo la predisposición y ánimo del público era más propicio para animar a los toreros.
Esta es una de las muchas expresiones taurinas que tienen su origen en el día a día de la fiesta brava y que algunas de ellas tienen hasta 300 años de supervivencia en la lengua castellana, utilizadas en todos los ámbitos de la vida.