De los últimos tiempos a esta parte se corre radialmente como un argumento para atacar a la fiesta brava que la fiesta de los toros, independientemente del grado en que se geste (corridas de toros, novilladas, rejones, recortadores, etc) recibe sustanciales cuantías de dinero (subvenciones) que saquean las arcas municipales. Un argumento que de solo leer el título más de no gustarte los toros o simplemente pasar de ellos se puede posicionar completamente en contra de una actividad legal.
¿Hay subvenciones de las administraciones públicas en los festejos taurinos? por supuesto, cada vez menos, pero los hay. ¿y cual es el problema? NINGUNO.
La diferencia entre gasto e inversión es el retorno esperado de cada uno de ellos:
Cuando invertimos lo hacemos con el ánimo de obtener una mayor rentabilidad o beneficio en el futuro; ya sea en semanas, meses, años o hasta décadas (dependerá obviamente del objetivo marcado por un sector, una administración o una empresa). La inversión no esta asociada a criterios económicos o financieros, si no que es todo aquello que permite una mejora posterior a cambio de usar recursos en la actualidad (tal y como pasa con las subvenciones taurinas).
Por el contrario, el gasto va destinado a satisfacer necesidades o deseos. Del cual se desbanca conceptualmente las subvenciones taurinas de esta definición.
Tal y como indica el profesor y doctor en economía, Juan Medina en su libro TAURONOMICS; la inversión global en materia taurina efectuada por todos los niveles territoriales de la Administración es de 25,5 millones de euros. Podría parecer una exageración pero es tan solo el 0.9% de lo que la propia administración destina en gasto de actividades culturales, que se eleva a 2830,3 millones de euros. Lo que convierte a los toros en la actividad artística menos subsitida de España, aun siendo el segundo acontecimiento cultural en número de asistentes.
Ademas de ello, la huella económica de los espectáculos taurinos garantiza el retorno íntegro a la Hacienda española de las ayudas públicas que percibe el sector. Con la recaudación derivada del IVA de las entradas y de las cotizaciones sociales de los profesionales el estado ingresa o recauda en sus arcas 56 millones de euros, lo que significa que duplica su aportación al sector.
Pero ademas de demostrarse que las subvenciones retroalimentan las propias aportaciones económicas de las Administraciones Públicas generándoles beneficios y no pérdidas como en otros sectores, también generan un impacto económico en las área geográficas donde se producen, generando riqueza o un aumento de la actividad local o regional. Ejemplo de ello es el impacto económico que produce en la provincia de Zaragoza los festejos de vaquillas, sin contar con su capital, siendo dicho impacto de más de 12 millones de euros.
Voy más allá, soy de Zaragoza, y no es que sea un contrario al fútbol pero tampoco soy un fanático de él, pero bueno a lo que vamos, en mi ciudad su equipo el Real Zaragoza, ha pasado de ser uno de los principales equipos de la primera división española, a luchar por no desaparecer por sus deudas económicas. Incluso si no recuerdo hubo sustanciales aportaciones económicas de la Administración o moratorias de pagos para que no desapareciera. Muchos se opusieron a ello alegando que había otras necesidades sociales, pero quitando la subjetividad emocional a la que pueda estar ligado a este histórico equipo desde pequeño, abogo a la objetividad y es que el equipo de la ciudad no desaparezca de las principales competiciones no solo significa una marca persona potente para la ciudad sino que revierte en el impacto económico que genera directa e indirectamente en la ciudad, lo que sin lugar a dudas genera mas riqueza en la sociedad y por lo tanto le otorga una mejor manera de encara las necesidades sociales.
Bien, nada más y nada menos que lo que podría pasar con cualquier evento taurino. Y sino que se lo pregunten simplemente a los hosteleros que este año al no celebrarse la Mini Feria Taurina de San Jorge han visto reducidos sus ingresos y las actividades que giraban entorno a la actividad económica generada en tres días de toros en la Plaza de Toros de Zaragoza.
Queda más que claro que las SUBVENCIONES TAURINAS quedan excluidas en la vertiente de GASTO, y son una importante INVERSIÓN que retroalimenta a las Administraciones Públicas y que genera actividad económica y potencia la riqueza de los lugares a donde se destinan generando una mejor calidad de vida, y al fin y al cabo es lo que se busca en cada país, región o municipio; un estado de bien estar en el que todos podamos vivir felices y sin problemas económicos importantes que nos alejen de él.
Por Imanol Sánchez